miércoles, 5 de marzo de 2014

“Espiritualidad no es esperar desear un mundo en paz y sin problemas, o sea un mundo irreal e imposible, es mas bien aceptar el valor de esta complejidad indomable en la que vivimos sin poder evitarlo.”
 (Alejandro Rozitchner, La Nación, 7 de septiembre 2012)


Cuando hablamos de espiritualidad, hablamos de un tema completamente subjetivo siendo este un concepto que puede tener numerosas definiciones e interpretaciones ya que además de la información y por lo tanto el conocimiento que se genera en los primeros años de vida de un individuo irá cambiando con el tiempo adaptando dicho conocimiento a los nuevas percepciones durante el desarrollo y madurez de dicha persona y conforme esto suceda se puede construir un criterio propio con capacidad de discernir el conocimiento ya adquirido con la adaptación de información vinculada a la personalidad y convicciones que se irán generando durante el crecimiento de dicho individuo.

Para entender cómo construimos nuestras creencias es importante hacer mención de la estructura del conocimiento, el cual se genera a través de un proceso intelectual en donde és establece algún tipo de aprendizaje que aporta información brindada y procesada a un nivel trascendente en donde ya lo hemos hecho parte de nosotros.

Durante el proceso de la investigación del tema noté que genera mucho debate entre unas religiones y otras, así como entre los tipos de prácticas y creencias espirituales lo cual me parece completamente natural y lógico por la trascendencia del tema, siendo este algo sumamente definitivo en la esencia y realidad de un individuo. La validez y legitimidad del tema desde un aspecto filosófico tiene que ver con distintos aspectos en la adquisición del conocimiento y como este mismo se transforma en prácticas profesionales, políticas, sociales, culturales, morales y por lo tanto espirituales.

Las ideas y el establecimiento de las mismas como “cotidianas” o “normales” pueden formar cadenas en donde el pensamiento se estructura en una línea recta trazada culturalmente e intelectualmente por la sociedad pautando esto como sentido común, aunque por otro lado podrían definir este concepto como parte intelectual conjunta a cualquier forma de pensamiento en el individuo que ya contiene desde sus inicios. Lo que para algunos puede ser normal y estar dentro de una práctica de pensamiento con “sentido común” puede estar totalmente descabellado para otra persona por lo que la diferencia entre las ideas deben ser percibidas con relativismo y respeto.

Me parece importante problematizar el conocimiento de temas como el espiritualismo ya que es la forma mas profunda de estudiar y conocer el tema hasta sus puntos más sensibles y así poder llevar nuestro conocimiento sobre el mismo hacia una plataforma de análisis y contexto.
El término de espiritualidad según Alejandro Rozitchner admite muchos usos más. “Puede sugerir religiosidad, sentimientos sublimes, elevación, música tranquila, meditación, paz, templos, orientalismo”. (Alejandro Rozitchner, La Nación, 7 de septiembre 2012)

La espiritualidad es una práctica en relación a las creencias y conocimiento que nos es inculcado desde los inicios de cualquier ser humano. El contexto socio-cultural en el que cada persona se desarrolla define en gran porcentaje las tendencias espirituales y por lo tanto las prácticas religiosas. El problema epistemológico que identifico en el tema de la espiritualidad es: ¿La espiritualidad es un fin o un medio?

La mayoría de las prácticas espirituales o religiosas pueden ser interpretadas de diferentes formas. Por un lado se podrían determinar como sistemas de orden social en una perspectiva masiva ya que el conocimiento religioso o tendencias de criterios hacia la espiritualidad de cada persona es inculcado por sus propias familias, comunidades o países; logrando con esto que entren en una línea de orden y disciplinas establecidas por cada religión que conforman las tradiciones, costumbres, convicciones e ideales de una cultura.

Por otro lado el ser humano busca constantemente la respuesta de ciertas cosas inexplicables en nuestro mundo y en nuestra estructura como personas por lo que se le podría adjudicar a la espiritualidad como un medio de justificación a todos aquellos aspectos que es difícil definir o comprobar vinculando esto directamente con la falta de la verdad absoluta o la generación de conocimiento sin sustento.

Se podría decir que la espiritualidad es una parte inherente del ser ya que somos materia, espíritu y mente. Las verdades y paradigmas de cada sistema de creencias hace que la espiritualidad de cada persona sea subjetiva y con fines e interpretaciones diferentes.

Esta premisa es un problema epistemológico por la variante entre las creencias y verdades asignadas en cada religión o prácticas espirituales. Todas las religiones buscan diferentes fines o medios, como lo dice la premisa. Por ejemplo: Los practicantes del catolicismo creen que si cumplen con los mandamientos y acuden al sistema de prácticas “lograrán la salvación” o “se ganarán el cielo” y en el caso de otras religiones como el budismo la religión y la práctica de la misma es un medio de paz y equilibrio a lo largo de la vida.

“Cuando reina una mentalidad consumista, la gente vive con la preocupación de “tener”, en prejuicio del “ser”. (Discurso del papa Juan Pablo II a los miembros de la conferencia episcopal de Japón)

La espiritualidad es una parte inherente del ser ya que somos materia, espíritu y mente. Las verdades y creencias que cada cultura tiene son heredadas generación tras generación por lo que dentro de cada sistema de creencias hace que la espiritualidad de cada persona sea subjetiva y con fines e interpretaciones diferentes.

¿La espiritualidad es una imposición social o es una característica intrínseca en los seres humanos? Tal como se mencionó anteriormente, podría ser una imposición social derivada del contexto socio-cultural en el que se desarrolla un ser humano, ya que en muchos casos, desde edades tempranas, los núcleos sociales más básicos como la familia y las amistades, y en algunos casos incluso gobiernos, inculcan creencias y comportamientos de índole espiritual, y no es sino hasta que los miembros de dichas comunidades adquieren criterios propios en base a las experiencias vividas que definen sus propias creencias y criterios. Pero por otro lado, independientemente de las instituciones y contextos sociales y culturales, es evidente que diferentes grupos de personas en distintos lugares alrededor del mundo comparten creencias similares relacionadas con aspectos espirituales, sin que necesariamente dichas creencias hayan sido expuestas por grupos religiosos. En ese sentido, sería interesante definir el origen de la espiritualidad en los seres humanos.

¿Es la espiritualidad la característica que distingue a los seres humanos de los animales?

Aunado a diversos aspectos que caracterizan a los seres humanos tales como la capacidad de conciencia de aspectos propios como el ego, el prójimo, la pertenencia a grupos sociales tales como la familia, las comunidades, los gobiernos y las instituciones religiosas entre otras, la espiritualidad es también una característica que distingue a los seres humanos de otros seres vivos que pudieran compartir algunas de estas características tales como la pertenencia a grupos sociales que practican diversas especies de animales, desde insectos como las hormigas que se organizan en colonias complejas con tareas específicas repartidas entre los miembros de una comunidad, hasta el comportamiento social desplegado por grandes mamíferos tales como los elefantes que se acompañan a lo largo de sus vidas. Sin embargo dichos rasgos que pudieran considerarse comunes entre diversas especies de animales se ven distinguidos en el caso de los seres humanos por aspectos espirituales ya que el nivel de conciencia y sentimientos de espiritualidad que impulsan a desarrollar de manera individual o colectiva grandes manifestaciones de fe, incluso al grado de llegar a extremos en los que por la defensa de la fe se pueden cometer atropellos olvidando los principios mismos de cada una de dichas manifestaciones espirituales, son propios de los seres humanos.

Las formas de generar conocimiento, de aprender, de definir las verdades y realidades de cada persona son las que definen como vivimos, como interactuamos con los demás como percibimos la vida en su totalidad. Todo conocimiento implican el cristal con el que veremos nuestra realidad día con día y la manera en que llevaremos a cabo nuestras prácticas cotidianas y extraordinarias.
Por otro lado es importante mencionar que la información que genera conocimiento muchas veces son implementaciones sociales y normas de comportamiento que nos rigen hacía ciertos límites y criterios que podrían no provenir de nuestras propias interpretaciones de la realidad. Por ejemplo: “Los hombres no lloran” es una norma o idea social que sigue latente y que los hombres por lo tanto la integran a sus convicciones porque son exigencias culturales que no fueron decisión ni criterio individual si no heredado culturalmente. Fisiológicamente los hombres son capaces de llorar pero adaptan su comportamiento a lo ya establecido para cumplir con las normas sociales. Menciono este ejemplo con la finalidad de proyectar como actuamos a través de lo que se dice que es la espiritualidad o lo que nuestro entorno determina como “correcto” o “normal” para pensar, practicar o compartir en un ámbito espiritual.

“No es una asunto humanitario de ayuda, ni de caridad, que son formas solapadas del a distancia y del poder, sino que se tratan de acuerdos intrínsecamente insoslayables de coexistencia. (El sabor del saber, El Conocimiento Encantado, Pablo Fernández, p.122)”

Pienso que es de suma importancia recurrir a este tipo de ejercicios de investigación y de análisis tanto personal como del propio entorno para conocer y definir nuestros ideales de una manera clara y concreta. Me parece también de suma importancia conocer la interpretación y percepción de otros para generar en nuestro núcleo social una atmosfera de respeto y empatía aunque vivamos la espiritualidad y sus prácticas de formas sumamente distintas, así como cualquier otro aspecto importante de nuestras vidas ya que somos individuos inmersos en una sociedad compleja con diferentes vertientes, ideales y experiencias que nos hacen conocer las mismas cosas e interpretarlas completamente diferente y es ahí donde radica la riqueza de este mundo y de ser cada uno de nosotros único e irrepetible.


3 comentarios:

  1. Fernando, me parece muy caro y conciso todo lo que en esta parte explicas, creo que el englobe de todos temas se da perfecto y en lo personal no pareciera que respondes de una pregunta a otra, en varios comentarios que eh estado realizando me he dado cuenta con tu trabajo, que siempre llegamos a una mismo fin, la mayoría de los temas tienen que ver con el "como cada quien interpreta su realidad" y esto es lo que nos define como seres únicos e irrepetibles como lo mencionas, pues aunque vivimos en comunidades de todo tamaños y grupos de personas variados, cada uno somos diferentes aun cuando nuestras culturas sean las mismas, pues tendremos tal vez mismos puntos de referencia pero una distinta percepción de cada uno de ellos.

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  2. ¿Cuál crees que sea el futuro de las religiones con la influencia de filosofías contemporáneas como las de Nietzche que dijo que "Dios está muerto"? Crees que se abra una puerta hacia una espiritualidad más libre o por el contrario seguirán intentando las naciones controlar a la población a través de las religiones?

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  3. En mi opinión creo que la sociedad esta empezando a despertar y a aceptar a las diferentes religiones y no solo aceptar la de cada uno como la única y verdadera. Sin embargo, la mayoría de la gente que no está aceptando o llendo con este tipo de evolución de la humanidad creo que si necesita un "instructivo" por así decirlo para portarse de manera adecuada con las demás personas y su sociedad para que las masas se controlen y no haya caos.

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